niños sin obligación de sepultura

 

«Cuando moriste, tu cuerpo se desintegró en mil estrellas.
Cada vez que miro el cielo, me enamoro de la noche».

 

No es obligatorio inscribir y enterrar o cremar a un bebé fallecido cuando

• el peso en el momento de nacer es menor a 500 gramos, no presentaba signos de vida al nacer y no se había llegado a la 23+0 semana de embarazo.

Excepciones

• En algunos casos raros, hay bebés que en el momento de nacer no llegan a pesar 500 gramos y no alcanzan la semana 22 de embarazo, pero que presentan brevemente respiración y latidos cardíacos después del nacimiento. En este caso, es obligatorio inscribir y enterrar o cremar al bebé, porque nació con vida. Estos bebés también tienen derecho a que se los inscriba en la libreta de familia.

Que no sea obligatorio enterrar o cremar al bebé significa que

• no es obligatorio enterrar o cremar al bebé, pero si se lo desea es posible enterrarlo o cremarlo.
Que no sea obligatorio inscribirlo significa que
• no se inscribe al bebé;
• no se expide un certificado de defunción;
• no hay que inscribirlo en la municipalidad;
• el bebé puede recibir un nombre que lo identifique como una persona individual;
• a partir del 1 de enero de 2019, es posible obtener una partida de nacimiento en el registro civil. La disposición correspondiente del registro civil establece que:
En el futuro, es posible inscribir a un bebé no nacido en el registro de las personas. Las reparticiones competentes son todos los registros civiles de Suiza (Art. 9c, inciso 3 del Reglamento del Registro Civil de Suiza), a condición de que haya una vinculación con Suiza. El lugar del evento determina en qué registro civil debe expedirse el certificado. El certificado se expide únicamente a petición de uno de los progenitores o de ambos. No se notifica a ninguna otra autoridad pública. Tampoco se informa al otro progenitor si su nombre no está incluido en la petición. El certificado solo sirve como comprobante del evento. La petición de inscripción de un bebé nacido sin vida debe estar acompañada de una constancia firmada por una médica, un médico, una matrona o un matrón. No hay requisitos mínimos en cuanto a la semana de gestación o al peso, de modo tal que es posible obtener una constancia desde el inicio del embarazo (informe de postulado, número 11.1). Asimismo, es irrelevante la forma en la que se produjo el fin del embarazo.
Más información sobre el tema:www.ejpd.admin.ch.

Distintas opciones para que elijas

• Muchos hospitales ofrecen servicios funerarios comunes. Todos los bebes no nacidos se conservan y se creman juntos, por lo general, dos veces por año. Las cenizas de todos los bebés no nacidos se despiden en una ceremonia especial a la que se invitan a todos los padres. En este caso, hay que contar con que es posible que transcurra mucho tiempo entre el parto y la ceremonia de despedida.
• Algunos cementerios también ofrecen la posibilidad de enterrar a los bebés no nacidos en sepulturas individuales.
• Es posible llevar al bebé a casa mientras se consigue un lugar adecuado para su entierro o cremación.
• Si deseas enterrar a tu bebé en el cementerio cercano, averigua en la municipalidad si es posible. Hay muchas cosas que son posibles cuando se pregunta.
• Es posible una cremación, aunque hay que tener en cuenta que en el caso de estos cuerpos tan pequeñitos casi no quedan cenizas.

Los padres son los que deciden qué ocurre con el bebé. Nadie tiene derecho a retener al bebé y decidir qué va a ocurrir después.
Todavía hoy en día es frecuente creer erróneamente que el hospital desecha a los bebés a los que no hay que inscribir obligatoriamente. No hay ninguna ley que establezca que estos cuerpecitos deban terminar con los desechos del hospital.

En realidad, los bebés no nacidos, junto con las placentas y demás «partes» humanas, deben incinerarse en un crematorio (folleto de información de la Oficina Federal del Medio Ambiente) y en ningún caso pueden llevarse a una planta de desechos. En este sentido, existe por lo menos una referencia de lo que debe ocurrir con los cuerpecitos de los bebés cuando el hospital debe «desecharlos».