Embarazos posteriores
¿Lo intento nuevamente?
Un nuevo embarazo exige valentía. Cuando se pierde la confianza en lo que la vida nos depara y en la posibilidad de tener un bebé, se hace difícil recuperar la esperanza. Después de la crisis, es importante que ambos integrantes de la pareja se reencuentren consigo mismos y con la pareja. Asimismo, para poder crear una relación estrecha con otro hijo o hija, hace falta abrirse a esa nueva relación. Hace falta tiempo para que la pareja esté lista para hacer frente a nuevos desafíos. También es importante asumir que es imposible reemplazar al bebé perdido.
El bebé que nazca después del bebé perdido necesita tener su lugar propio en la familia. Cuando no hay motivos médicos que determinen lo contrario, una mujer puede volver a quedar embarazada en cuanto su cuerpo y su alma se hayan recuperado y se sienta capaz de hacer frente a los nuevos desafíos del embarazo y la maternidad.
¿Cuándo puedo volver a quedar embarazada?
Apenas termina la secreción postparto, que dura aproximadamente seis semanas, es posible que vuelvas a quedar embarazada. En caso de una cesárea, se recomienda una espera de seis meses en la mayoría de los casos.
Una consulta con una matrona o un médico puede ayudarte a evaluar de manera realista tu situación personal y de salud.
Paciencia contigo y con tu pareja
Desde que uno de los integrantes de la pareja desea volver a intentarlo hasta que se consolida el deseo compartido de volver a ser padres, suele pasar mucho tiempo. Los papás y las mamás tienen distintos ritmos para procesar la pérdida, y su visión del futuro puede no coincidir. Para que la comunicación se mantenga y para poder volver a tener planes compartidos, hace falta paciencia y respeto. Es posible que tu pareja esté en una etapa que no coincida con la tuya. Muchas veces, durante el periodo de crisis posterior a la pérdida de un bebé, surge la pregunta sobre la solidez de la relación.
En las mujeres, el impacto psicológico de la pérdida se manifiesta también muchas veces en su cuerpo. Cuando desea volver a quedar embarazada, la aparición en cada ciclo de la regla hace revivir el sentimiento de vacío. Es posible que el varón, por su parte, experimente sentimientos de culpa si su mujer no queda embarazada. Sin embargo, la fertilidad es algo que no se puede forzar y es posible que la ausencia de un embarazo tenga sentido: tal vez la pareja necesita más tiempo para despedirse del bebé perdido de lo que creen a nivel consciente.
¿Qué puedo hacer con mis temores, con la falta de confianza en mi propio cuerpo?
Apenas se anuncia un nuevo bebé, se generan en muchas parejas sentimientos ambivalentes: una alegría enorme y una sensación de realización se mezclan con temores importantes. En estas situaciones, conviene contar desde el inicio del embarazo con un equipo integrado por una matrona, un obstetra y un pediatra con los que los padres se sientan comprendidos desde el punto de vista humano y bien atendidos desde el punto de vista médico.
Si así se lo desea, se puede recurrir a la ayuda de una matrona además de recibir los cuidados prenatales del médico. Su asistencia puede continuar después del parto. El seguro médico asume los costes en todos los casos.
No dejarse guiar por los temores
En determinadas circunstancias, la preocupación de volver a perder el embarazo puede hacer que los padres pongan toda su atención en aspectos meramente médicos y en los riesgos posibles. Muchas veces, hay un impulso a hacerse todos los exámenes posibles y a adoptar todas las medidas existentes, por miedo a dejar de lado algo que podría llegar a proteger el embarazo. Sin embargo, es aconsejable informarse con la asistencia de la matrona y del médico acerca de lo que es verdaderamente necesario y razonable desde el punto de vista médico. Una charla sobre la situación personal de la pareja, sus inseguridades y dudas puede aportar más confianza que una multitud de exámenes.
Es importante que los futuros padres encuentren qué les hace bien, los fortalece y les sirve para aumentar sus propias capacidades.
Identificar fuentes de energía
Todo aquello que ayude a una mujer a estar en contacto consigo misma y con su bebé, también la ayuda a que el bebé esté saludable durante todo el embarazo y a dar a luz con felicidad. Es mucho lo que puede hacer para sí misma identificando sus propias fuentes de energía. Por ejemplo, puede disfrutar de manera consciente la felicidad que se siente al experimentar los cambios en el cuerpo al sentir al nuevo bebé. Para esto, puede recurrirse a masajes, técnicas de relajación o actividades corporales meditativas como yoga, ir a pasear o hacer actividad física. Muchas mujeres se sienten especialmente creativas durante el embarazo y generan energía a través de la música, la pintura o la escritura.
La ternura y la cercanía de la pareja, sus cuidados y la confianza que nos despierta constituyen un respaldo de especial importancia. También las amigas, los amigos y los familiares que acompañaron a la pareja durante la crisis pasada y supieron transmitirle confianza son un apoyo muy valioso. Cuando hay hermanitos o hermanitas, el hecho de mirar hacia adelante y la ilusión compartida por el nuevo bebé constituyen una hermosa experiencia sanadora.
Fuente: familienplanung.de